Es curioso cómo se repiten con frecuencia los
mismos errores, entre los que buscan definir su musculatura. En este artículo,
revisaremos algunos de ellos, para que podáis evitarlos.
Comer sólo una o dos veces al día es un error tan frecuente como grave, porque
al hacerlo estamos indicando al cuerpo que el alimento escasea, por lo que guardará toda la grasa que pueda y quemará músculo. No es una
broma.
Debemos hacer justo lo contrario, comer muchas veces al día, en pequeñas
cantidades y con mucha frecuencia,
porque así enviamos al organismo el mensaje contrario: hay
abundancia y no hay necesidad de reservar nada. Además, cada vez que comemos,
hay un gasto, se consumen calorías, así que si el mismo volumen de comida se
reparte en varias veces, el gasto energético será mayor. Por último, el comer
con frecuencia activa el metabolismo y hace que éste gaste más calorías a lo
largo del día.
También es un error reducir la ingestión calórica drásticamente. Debemos
recortar calorías de nuestra dieta de modo lento y gradual, nunca de golpe,
porque esa reducción brusca desencadena igualmente el mecanismo de preservación
que hemos visto antes.
Por tanto, reducción sí, pero lenta y gradual y sin llegar a límites
excesivamente bajos.
Otro error muy común es llevar una dieta a casi cero carbohidratos. Es cierto
que el tipo de dieta en el que se limitan producen buenos resultados y aceleran
la eliminación de grasa. Pero, si esa reducción de carbohidratos es excesiva y
se lleva al límite, los efectos serán más negativos que positivos. Cuando
la ausencia de hidratos en la dieta es total, se corre un gran riesgo de que el
cuerpo recurra al tejido muscular para producir energía, con la consiguiente
destrucción muscular. La solución es reducir los hidratos de carbono, por
supuesto, pero nunca hasta niveles de casi cero. La cantidad dependerá de cada
físico y nivel de actividad.
Si hacemos dieta para definir, lo lógico es que la dieta esté libre de grasa
por completo. Gran error de nuevo, ya que hay grasas que además de ser
absolutamente esenciales para el organismo, tienen la particularidad de
acelerar el proceso de combustión de grasas corporales y refuerzan las hormonas
anabólicas.
Puede que a estas alturas ya hayáis oído hablar de los ácidos grasos omega 3,
un tipo de grasa vital para el buen funcionamiento del organismo y que cumple
numerosas funciones, entre ellas activa el ritmo metabólico, lo que significa
que el cuerpo puede quemar más eficientemente las calorías durante las 24 horas
del día, pero además esas grasas favorecen la producción de hormonas anabólicas.
De manera que es buena idea eliminar toda fuente de grasa saturada, como las de
origen animal, embutidos, mantequillas y quesos, conservas y carnes grasientas,
etc. Pero debemos hacer hueco en nuestra dieta para incorporar algunos
alimentos que proporcionan los ácidos grasos esenciales, como los aceites
vegetales de oliva, semillas de lino, los pescados grasos como el salmón, las
sardina, la caballa, el arenque, y también algún aguacate y frutos secos como
cacahuetes, nueces, almendras o avellanas.
Otro error común es no usar el entrenamiento con pesas como es debido
cuando se está en fase de definición. Cuando se pone a definir parece que
todo el mundo pasa a entrenarse con pesas como si de ejercicio aeróbico se
tratase, usando muy poco peso, haciendo muchas
series y muchas repeticiones.
Otro tremendo error, que les cuesta perder masa muscular, además de ralentizar
el ritmo de eliminación de la grasa.
El entrenamiento pesado induce el crecimiento de la masa muscular, lo cual va
en contra de que el cuerpo use el músculo como fuente de energía y lo destruya
en busca de aminoácidos para convertirlos en glucosa. El aumento del
coeficiente de masa magra, músculo, eleva el ritmo metabólico provocando un
consumo más elevado de calorías, o lo que es lo mismo quemando más grasa
corporal y evitando que ésta se forme.
Además, aparte de que poseer un mayor índice de masa limpia, eleva el ritmo
metabólico durante las 24 horas del día, incluso en fase de reposo, también hay
que considerar que el entrenamiento con pesas eleva ese pico metabólico durante
la sesión y éste dura varias horas después hasta recobrar la normalidad.
En resumen que el entrenamiento duro y pesado con pesas además de desarrollar
la musculatura incide muy favorablemente por varias vías sobre la eliminación
del tejido adiposo.
Si en esta lista reconocéis alguno de vuestros errores, ya tenéis identificado el problema que os impide lucir esos músculos definidos. Simplemente tendréis que corregirlo... y entrenar duro.
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