Perder grasa abdominal es y seguirá siendo el
principal motivo por el que recurre a los servicios de un entrenador personal.
Navegando en internet encontraréis mucha
información en diferentes sitios, seguramente mucha de esta información sea contradictoria,
al tiempo que toda afirma ser la mejor manera de perder la grasa abdominal. En
la mayoría de las ocasiones, las soluciones se centrarán en la dieta o en el
ejercicio.
Centrarse únicamente en la dieta, o únicamente
en el ejercicio cardiovascular, o simplemente haciendo una cantidad inhumana de
abdominales, no es una buena estrategia para desprenderse de esa grasa que nos
impide lucir abdominales.
La acumulación de esa grasa se debe a la
acumulación de una serie de factores (o la ausencia de ellos), dieta +
actividad cardiovascular + ejercicio específico. Hablando claro, hemos
engordado porque no hemos hecho ejercicio, no hemos comido los alimentos
adecuados y no hemos hecho ni un solo abdominal en demasiado tiempo. Es más
lógico pensar que la solución pasa por tener en cuenta múltiples factores y no
atender a uno sólo. La sinergia entre estos factores dará lugar a la pérdida de
la grasa abdominal de forma permanente.
Hacer miles de abdominales todos los días,
simplemente no sirve para perder grasa. No merecería más comentario que este si
no fuese un mito tan extendido. Se basa en la idea de perder grasa en una
determinada área, trabajando el músculo que hay debajo. Por desgracia, esto no
existe, no se puede perder la grasa únicamente de una parte del cuerpo. ¿Alguna
vez has visto a alguien con los abdominales marcados y el resto del cuerpo
fláccido? Pues eso.
Las dietas extremas, como comer una vez al
día, tomar sólo líquidos o incluso, no comer, son una soberana estupidez y
ponen en riesgo nuestra salud. No hay que eliminar miles de calorías al día de
nuestra dieta. Lo que debemos hacer es evitar las grasas trans y carbohidratos
malos, hacer entre cuatro y seis pequeñas comidas y crear un déficit calórico
total.
Otro error común es evitar el entreno con
pesas y, más aún, el entreno de fuerza. Es un mito extendido que el entreno de
fuerza te vuelve grande y voluminoso, pero sigue siendo falso. El entrenamiento
de fuerza hará crecer nuestros músculos. Unos músculos más grandes consumirán
más calorías. Si mantenemos una dieta baja en calorías, el aumento de tamaño
muscular, no ayudará a perder grasa.
Si evitáis estos errores tan comunes, en poco
tiempo veréis como vuestros esfuerzos por reducir esa grasa dan resultado.
Recuerda: vigila la dieta, entrena duro y no descuides el cardio.
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